San Vicente de la Sonsierra: Acampada Entre Castillos, Viñas y Risas
Si hay un lugar donde el camping se mezcla con la historia y el buen vino, ese es San Vicente de la Sonsierra. Y allí que fuimos, valientes y equipados, listos para enfrentarnos a los retos más duros del campismo: elegir entre una visita al castillo, una cata de vino, o… ¿por qué no las dos a la vez?
Nada más llegar, supimos que estábamos en territorio de campeones: viñedos hasta donde alcanza la vista, calles que invitan a perderse (y a veces nos perdimos de verdad), y un castillo que, según dicen, custodia los secretos de todos los botellines de vino desaparecidos durante la acampada.
Por supuesto, no faltaron las reuniones bajo el toldo, las cenas que empiezan siendo para dos y acaban siendo para veinte, y ese momento mágico en el que todos discutimos la mejor forma de abrir una botella sin sacacorchos (nota: el truco del zapato sigue funcionando).
Y como buenos caravanistas, nos adaptamos a todo: lluvia, sol, viento… y al ritmo de la cuadrilla, que siempre es el mejor. Volvimos con el depósito lleno de buenos recuerdos, la bodega algo más vacía y una sola pregunta en la cabeza:
¿Repetimos el año que viene?